Crean un coche autónomo que podría cambiar las ciudades
Un equipo de científicos de la Freie Universität (FU) de Berlín ha desarrollado un vehículo autónomo equipado con una avanzada tecnología de sensores que es capaz de circular de forma autónoma.
En un futuro, afirman los investigadores, los coches sin conductor formarán parte del tráfico corriente de las ciudades, aumentando la seguridad humana, protegiendo el medioambiente y transformando el paisaje urbano en general.
Un equipo de científicos de la Freie Universität (FU) de Berlín ha desarrollado un vehículo autónomo equipado con una avanzada tecnología de sensores que es capaz de circular de forma autónoma.
En un futuro, afirman los investigadores, los coches sin conductor formarán parte del tráfico corriente de las ciudades, aumentando la seguridad humana, protegiendo el medioambiente y transformando el paisaje urbano en general.
Según publica la FU en un comunicado, el coche desarrollado, bautizado como MIG (“Made in Germany”), es capaz de detectar otros coches, motos, bicicletas y peatones. Además, puede reconocer semáforos, señales de stop, las líneas de la carretera, etc., y sabe cómo aplicar las normas de tráfico.
Esto lo convierte en un vehículo extremadamente seguro, aseguran sus creadores. En la revista Physorg, uno de sus desarrolladores, el profesor de inteligencia artificial de la FU, Raúl Rojas declara: “en el futuro, estará prohibido por razones de seguridad que las personas conduzcan coches”.
Esto lo convierte en un vehículo extremadamente seguro, aseguran sus creadores. En la revista Physorg, uno de sus desarrolladores, el profesor de inteligencia artificial de la FU, Raúl Rojas declara: “en el futuro, estará prohibido por razones de seguridad que las personas conduzcan coches”.
En su lugar, según el investigador, se impondrán los vehículos inteligentes, cuya tecnología garantizará mucho mejor la seguridad de peatones, pasajeros y conductores, al no cometer los errores comunes de la conducción humana.
El primer helicóptero eléctrico volará en silencio
Un equipo de investigadores de la compañía Sikorsky Aircraft Corporation de Nueva York, está intentando desarrollar el primer helicóptero eléctrico y casi silencioso del mundo.
El desarrollo se enmarca dentro del Proyecto Firefly, y la intención es que el helicóptero resultante llegue a ser técnicamente viable y comercializable.
A pesar de los avances alcanzados hasta ahora en mecanismos eléctricos de potencia para aplicaciones de automoción, lo cierto es que los progresos en aviación en este sentido han ido más despacio.
El desarrollo se enmarca dentro del Proyecto Firefly, y la intención es que el helicóptero resultante llegue a ser técnicamente viable y comercializable.
A pesar de los avances alcanzados hasta ahora en mecanismos eléctricos de potencia para aplicaciones de automoción, lo cierto es que los progresos en aviación en este sentido han ido más despacio.
La industria aérea afronta grandes desafíos a este respecto, debido a la gran potencia que requieren las aeronaves para sus desplazamientos.
Según explica Jonathan Hartman, administrador del programa del proyecto, en la revista The Engineer, la tecnología necesaria para crear helicópteros eléctricos está empezando a desarrollarse ahora.
Los investigadores del Proyecto Firefly han hecho algunos avances. Concretamente, han mejorado un modelo de helicóptero militar, el S-300C, de cincuenta años de antigüedad, con un motor eléctrico y un controlador digital. En la cabina del piloto del S-300C, han añadido además un monitor de pantalla LCD interactivo.
Según explica Jonathan Hartman, administrador del programa del proyecto, en la revista The Engineer, la tecnología necesaria para crear helicópteros eléctricos está empezando a desarrollarse ahora.
Los investigadores del Proyecto Firefly han hecho algunos avances. Concretamente, han mejorado un modelo de helicóptero militar, el S-300C, de cincuenta años de antigüedad, con un motor eléctrico y un controlador digital. En la cabina del piloto del S-300C, han añadido además un monitor de pantalla LCD interactivo.
Utilizan células vivas para crear “videojuegos bióticos”
La revolución digital ha propiciado la proliferación salvaje de videojuegos. Ahora, en este terreno ha irrumpido también otra disciplina del conocimiento aparentemente alejada: la biotecnología.
¿Pero cómo? Simplemente, añadiendo paramecios, moléculas o células a la tecnología de los videojuegos. De esta forma, un bioingeniero de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, llamado Ingmar Riedel-Kruse ha creado los primeros “videojuegos bióticos”.
Según explica la Universidad de Stanford en un comunicado, Riedel-Kruse espera que este logro suponga avances para la educación, proporcione recursos de investigación a los laboratorios, y eleve el nivel del debate público sobre temas relacionados con la biotecnología.
¿Pero cómo? Simplemente, añadiendo paramecios, moléculas o células a la tecnología de los videojuegos. De esta forma, un bioingeniero de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, llamado Ingmar Riedel-Kruse ha creado los primeros “videojuegos bióticos”.
Según explica la Universidad de Stanford en un comunicado, Riedel-Kruse espera que este logro suponga avances para la educación, proporcione recursos de investigación a los laboratorios, y eleve el nivel del debate público sobre temas relacionados con la biotecnología.
En los videojuegos bióticos, las acciones de los jugadores influyen sobre el comportamiento de microorganismos vivos a tiempo real. Para ello, estos videojuegos implican a procesos biológicos y organismos unicelulares (como los paramecios), y los combinan con la biotecnología.
Nanofluidos como líquidos refrigerantes, una apuesta de futuro
Casaccia, Italia (Enviada Especial). La nanotecnología ha revolucionado el mundo de la ciencia en los últimos años. En sí, es la ciencia que permite estudiar la materia al nivel del átomo y las moléculas. A un nivel tan pequeño (un nanómetro es una millonésima parte de un milímetro), la materia se puede manipular y puede cambiar sus propiedades de formas insospechadas y asombrosas. Las nanopartículas actualmente están presentes en cerca de 1.000 productos en el mercado. Son populares los usos en la industria farmacéutica, la cosmética, la alimentaria, la medicina, la agricultura, la aeronáutica y la automotriz, entre otros.
En la medicina, por ejemplo, la nanotecnología es puntera en las investigaciones del trato de las células cancerígenas o en sistemas de transporte de medicamentos en la sangre de formas muy precisas. Para hacernos una idea también del uso más cuotidiano de las nanopartículas las podemos encontrar en cremas solares, haciendo que estas no queden tan visibles en la piel o por ejemplo en las pelotas de tenis Wilson, dichas llevan una capa de nanopartículas de arcilla que las hacen más resistentes y donde el aire es mucho más difícil de escapar.
En la medicina, por ejemplo, la nanotecnología es puntera en las investigaciones del trato de las células cancerígenas o en sistemas de transporte de medicamentos en la sangre de formas muy precisas. Para hacernos una idea también del uso más cuotidiano de las nanopartículas las podemos encontrar en cremas solares, haciendo que estas no queden tan visibles en la piel o por ejemplo en las pelotas de tenis Wilson, dichas llevan una capa de nanopartículas de arcilla que las hacen más resistentes y donde el aire es mucho más difícil de escapar.
Tomar y aprovechar
La electricidad presente en el “aire” podría convertirse en una fuente energética alternativa en un futuro no muy lejano. Al menos esto es lo que se desprende de un proyecto de investigación presentado en el último encuentro nacional de la Sociedad Americana de Química, la American Chemical Society o ACS .
Según publica esta organización en un comunicado, la idea sería crear dispositivos que capturen la electricidad del aire, de la misma manera que los paneles solares captan la luz del sol, para luego usarla para iluminar las casas o recargar coches eléctricos, entre otras muchas aplicaciones.
Estos mismos dispositivos, situados, por ejemplo, en los tejados, servirían, además, para proteger a los edificios de los rayos y de las tormentas.
Investigadores de la Universidad brasileña de Campinas, liderados por el profesor Fernando Galembeck, trabajan actualmente en el desarrollo de dichos dispositivos.
Su trabajo está basado en un concepto energético novedoso: la higroelectricidad. Este concepto hace referencia a un tipo de electricidad estática que se forma en las gotas de agua, y que puede ser transferido desde dichas gotas a pequeñas partículas de polvo.
Esta electricidad sería la responsable de que, bajo ciertas condiciones, como las que se dan en las tormentas, las erupciones volcánicas o las tormentas de polvo, se produzcan los relámpagos.
La higroelectricidad se da comúnmente en la atmósfera terrestre, pero también había sido observada a menor escala, como en el vapor que surge de las ollas cuando el contenido de éstas es calentado.
Ya el ingeniero Nikola Tesla, a principios del siglo XX, imaginó que se pudiera aprovechar la electricidad del aire, una idea que entonces no se pudo aplicar pero que ha revivido recientemente gracias al trabajo de los investigadores de la Universidad de Campinas.
Su trabajo está basado en un concepto energético novedoso: la higroelectricidad. Este concepto hace referencia a un tipo de electricidad estática que se forma en las gotas de agua, y que puede ser transferido desde dichas gotas a pequeñas partículas de polvo.
Esta electricidad sería la responsable de que, bajo ciertas condiciones, como las que se dan en las tormentas, las erupciones volcánicas o las tormentas de polvo, se produzcan los relámpagos.
La higroelectricidad se da comúnmente en la atmósfera terrestre, pero también había sido observada a menor escala, como en el vapor que surge de las ollas cuando el contenido de éstas es calentado.
Ya el ingeniero Nikola Tesla, a principios del siglo XX, imaginó que se pudiera aprovechar la electricidad del aire, una idea que entonces no se pudo aplicar pero que ha revivido recientemente gracias al trabajo de los investigadores de la Universidad de Campinas.
Fuente: http://www.tendencias21.net/TENDENCIAS-TECNOLOGICAS_r4.html